Libros recomendados




El espíritu de las leyes – Montesquieu
Se refiere a los conceptos de poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial pero, sobre todo, de la relación de los tres.
Por Mauricio Villalobos Valderrama, USS
La evolución del pensamiento de los siglos XVII y XVIII, bajo el estandarte del movimiento ilustrado francés, exhortó a discutir, entre otras cuestiones políticas, religiosas y morales, las ideas de libertad y poder subyacentes en los diversos modelos políticos de la época, siendo la Francia absolutista de Luis XV uno de los referentes críticos de uno de los pensadores ilustrados más decisivos: Montesquieu.
El espíritu de las leyes, en frandes De lèsprit des lois, originalmente De lèsprit des loix, es un tratado de teoría política y derecho comparado publicado en 1748 por el filosofo y ensayista ilustrado Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu. En el recrea el modelo político inglés, tomando a su vez de los germanos, el sistema de separación de poderes y monarquía constitucional, que considera el mejor en su especie como garantía contra el despotismo. Montesquieu recibió grandes influencias de sus viajes por Europa, en especial el que realizó a Gran Bretaña, y lo plasmó en su obra, donde recreó el modelo político anglosajón de la separación de poderes y la monarquía constitucional.
“El espíritu de las leyes” se refiere a los conceptos de Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial pero, sobre todo, de la relación de los tres. Montesquieu rechaza las teorías absolutistas en las que una persona debería concentrarlos todos en su figura y apuesta por un “equilibrio de poderes”. Este se debería producir de manera muy sencilla, donde cada uno de los poderes controle al otro y todos se controlen entre sí.
Fue un libro que tuvo 22 ediciones en tan solo dos años y suscitó violentas críticas, tanto por parte de los jesuitas, como por parte de los jansenistas. La Sorbona lo prohibió y la Iglesia Católica lo incluyó en el Índice de Libros Prohibidos.