
Si bien sus declaraciones no sobrepasan los límites de la libertad de expresión garantizada por el artículo 10 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, los mensajes que difunde, de carácter radical y unívoco, en sus cuentas en redes sociales, de comentarios particularmente agresivos y de odio dirigidos, bajo la apariencia de atacar a los «sionistas», contra la totalidad de los ciudadanos israelíes de confesión judía son discriminatorios y ofensivos.