La IA ha avanzado gracias al crecimiento exponencial de la capacidad de procesamiento, medida en FLOPS. Desde los 10 FLOPS de Theseus en 1950 hasta los 10 mil millones en ChatGPT-3, el progreso tecnológico ha impulsado modelos complejos. Esto se compara a la evolución del motor del automóvil y la evolución al auto eléctrico y autónomo, cuyo símil de avance será la computación cuántica, que promete un salto disruptivo hacia el futuro.