El Tribunal de alzada estableció que la clínica recurrente no incurrió en infracción al cobrar la prestación, costo que fue informado, además, correctamente al paciente.
El Tribunal de alzada descartó actuar arbitrario de la autoridad recurrida.
El rango de la sanción va de 10 hasta 1.000 UTM, por lo que tampoco se rebajó el monto aplicado.
El máximo Tribunal desestimó error de derecho en la sentencia impugnada, dictada por la Corte de Apelaciones de Valparaíso, que confirmó la de primer grado que acogió la demanda, con declaración que se eleva a $6.000.000, el monto que la empresa Seguros CLC SA, deberá pagar al demandante por concepto de daño moral.
El Tribunal estableció que en la especie, no se detecta el yerro denunciado en el diagnóstico entregado por los demandados al padre del menor.
Las recurridas demoraron más de un año y medio en la tramitación, iniciándose gestiones de cobranza judicial.
El máximo Tribunal estableció actuar arbitrario de la clínica al no permitir que el paciente obtenga sus antecedentes médicos para proseguir con un tratamiento necesario para su sobrevivencia.
La medicación genérica provocó secuelas perjudiciales en el estado de salud del paciente, quien arguye que la administración de los fármacos demandados son su única opción de sobrevida.
El máximo Tribunal desestimó los recursos impetrados en contra de la sentencia, dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago, que ordenó a la clínica privada el pago de $16.277.216, por concepto de daño emergente, más una indemnización por daño moral de $2.000.000.
El Tribunal de alzada revocó la sentencia impugnada, dictada por el 30° Juzgado Civil de Santiago, que había rechazado la demanda.
