
Una interpretación más amplia de la excepción podría derivar en un aumento de litigios contra gobiernos extranjeros en tribunales estadounidenses, lo que a su vez podría generar medidas recíprocas en otras jurisdicciones contra los intereses de Estados Unidos. En este sentido, rechazó el argumento de los demandantes de que permitir a los gobiernos extranjeros depositar los fondos de bienes confiscados en cuentas generales del tesoro facilitaría la elusión de la excepción de expropiación.