Autorización para talar árboles protegidos permite al dueño del predio utilizar la madera resultante pues no existe norma legal que lo impida.
La apelante tiene derecho a aprovechar la madera de los árboles que se derribarán en su propiedad, en virtud del derecho de uso, disfrute y aprovechamiento de su fundo y sus productos. Lo contrario implicaría confiscar sin fundamento legal propiedad privada.