Empresa que violó privacidad de clientes al utilizar tecnologías de reconocimiento facial sin consentimiento alguno, es denunciada por autoridad reguladora australiana.
Este sistema empleaba cámaras de vigilancia para capturar imágenes faciales de las personas que ingresaban a sus locales, las cuales eran contrastadas con una base de datos que contenía información de individuos considerados un riesgo para sus operaciones, incluyendo personas vinculadas a conductas delictivas y violentas.