Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a Bulgaria por desproporcionado decomiso de bienes que habrían sido obtenidos de actividades ilícitas.
El tribunal concluyó que la normativa impugnada imponía una carga significativa a los acusados en los procedimientos de decomiso sin considerar un vínculo causal entre los activos y la conducta delictiva.