Gobierno de Estados Unidos modifica normativa para mejorar el acceso de la población a programas de salud mental.
Entre las disposiciones introducidas, se encuentra la limitación de ciertas prácticas de gestión de atención, tales como la autorización previa, la cual anteriormente condicionaba el acceso de los pacientes a servicios de salud mental y adicciones a la aprobación previa de las compañías aseguradoras.