El Tribunal estableció que en la especie, la parte demandada incurrió en incumplimiento grave de las obligaciones que le imponía el contrato de trabajo suscrito.

Toda interpretación que limite de alguna manera el acceso a un pronunciamiento judicial de fondo que adjudique un derecho dubitado, aparece despojada de la razonabilidad y justificación, máxime en el contexto del Derecho del Trabajo por la especial relevancia que su rol protector impone.

La institución del despido indirecto obedece al sano propósito que las entidades empleadoras cumplan con las obligaciones que las ligan con sus dependientes.

El cambio de lugar de trabajo y funciones con el menoscabo en sus remuneraciones y posición, afectaron la integridad psíquica de la demandante vulnerando sus derechos fundamentales.

La voz “despido” utilizada por el legislador equivale al término de la relación laboral.

La acción se dirigió en contra de la Municipalidad de Peñalolén.

Asimismo, reiteró que, de cumplirse los presupuestos, la nulidad del despido es procedente cuando la relación laboral es declarada judicialmente.

Los derechos de protección a la maternidad consagrados por el Código del Trabajo son irrenunciables.

El Tribunal de alzada acogió el recurso entablado en contra de la sentencia, dictada por el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, que rechazó la demanda.

La conducta de la demandada se fundó en el artículo 210 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT).