Robles, experto en derecho laboral, recuerda que lo que sí puede hacer el empresario es tomar medidas para evitar que las relaciones sentimentales afecten de forma negativa en el trabajo. Por ejemplo, cambiar de puesto de trabajo, pero ello no puede suponer ninguna movilidad funcional o modificación sustancial de su jornada laboral, horario o condiciones económicas.
14 de enero de 2024