El cerebro requiere nutrientes específicos para funcionar de manera óptima. Alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el pescado y las nueces, pueden mejorar la memoria y la capacidad de toma de decisiones. Las frutas y verduras frescas proporcionan antioxidantes que protegen las células cerebrales del daño y promueven una mejor salud cognitiva.
11 de agosto de 2024