Gobierno australiano presenta proyecto de ley para sancionar penalmente la creación de contenido “deepfake” sexualmente explícito.
“Deepfakes son imágenes, vídeos o archivos de sonido, generados mediante inteligencia artificial, de una persona real que han sido editados para crear una representación extremadamente realista pero falsa de ella, haciendo o diciendo algo que en realidad no hizo o dijo”.