La garantía de funcionamiento permite al consumidor gozar de una reparación que solucione el problema al producto y para la hipótesis que resulte insatisfactoria o no satisfactoria proceder a la resolución del contrato o la retención del producto, con disminución del precio. Ello implica que el bien adquirido puede cumplir o no con la finalidad de su adquisición.
16 de julio de 2024