La recurrente acusó ser juzgada por una comisión disciplinaria imparcial, que formuló cargos imprecisos y vagos. El máximo Tribunal dejó sin efecto el acto recurrido al verificar que los mismos funcionarios conocieron el sumario en primera y segunda instancia, infringiendo con ello la garantía del juez imparcial. Ordenó que la recurrente sea sometida a un nuevo proceso disciplinario ante una comisión de disciplina no inhabilitada.
2 de febrero de 2024