No sufre enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante, sino una situación de “cansancio vital” provocada, en gran medida, por la falta de apoyo social y familiar. Padece una enfermedad pulmonar en grado moderado, susceptible de mejorar con tratamiento médico, y dolor generalizado asociado a varias patologías que podría aliviarse con analgésicos que rehúsa. Además, los informes médicos no fijan un pronóstico temporal de vida ni acreditan la imposibilidad de valerse por sí misma.
15 de febrero de 2024