
El 26 de junio de 2015, la Corte Suprema de Estados Unidos legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país, un hito en la lucha por los derechos LGBTIQ+. Esta histórica decisión, en el caso Obergefell vs. Hodges, representó un avance hacia la igualdad y el reconocimiento de la dignidad de todas las personas, poniendo fin a décadas de discriminación legal.