Su promulgación coincidió con la reunión de los ministros de finanzas del G7 en Stresa, Italia, donde se discutieron las posibles aplicaciones para los 300.000 millones de dólares en activos rusos congelados. Estados Unidos ha propuesto utilizar estos fondos para apoyar financieramente el esfuerzo bélico de Ucrania.
30 de mayo de 2024