Prueba obtenida en el marco de un procedimiento policial ilegal es lícita, resuelve la Corte Suprema de Canadá.
Aunque se reconocían las violaciones a la Carta, la policía actuó con una base razonable para sospechar del acusado, dada su vinculación con pandillas y el contexto de su detención en una zona de alta criminalidad. Se concluyó que la gravedad de las violaciones no justificaba la exclusión de la prueba.