Si bien los testimonios coinciden en que ella era temible para “los enemigos de su patria”, su pueblo la amaba “como a su propia madre por su misericordia, su sabiduría y su sentido de justicia”. También “juzgaba con la verdad, imponía los castigos con clemencia, amaba a los indigentes, a los ancianos y a los lisiados. Escuchaba toda petición que se le dirigía, y complacía, gustosamente, las peticiones justas”.
7 de septiembre de 2023