El impedimento de utilizar el derecho de aguas por no ser propietario del lugar donde se ubica la bocatama y la descarga, no constituye caso de fuerza mayor, siendo procedente el cobro de patente.
El titular se encontraba obligado a realizar las obras de captación del recurso, omisión que sólo es atribuible a sí mismo, en vista que nada impedía que lo realizara mediante un derecho de servidumbre.