A pesar de que ordenes de arraigo no se encontraban vigentes, impedirle a persona salir del país no vulnera su libertad ambulatoria por no haber sido arrestado ni detenido.
La actuación de la PDI se ajustó a derecho, al ejercer las facultades de control migratorio que le confiere tanto su Ley Orgánica como la normativa sobre migración y extranjería.