La exempleadora contaba con un abanico de posibilidades sancionatorias en el ejercicio de su facultad disciplinaria antes de acudir a una medida extrema como es el despido y ello en el marco del principio de continuidad del empleo consagrado en la norma, máxime si se toma en cuenta que el actor contaba con una antigüedad de 10 años.
9 de diciembre de 2024