Empresa de turismo transgrede el deber de informar veraz y oportunamente a los consumidores al publicitar a través de un periódico sus servicios en dólares y con letra de un tamaño ilegible.
La empresa indicó que se trataba de un error involuntario, debido a que la oferta provenía directamente desde España y que era el diario quien ajustaba el tamaño de los textos.