Según las demandas, 3M sabía que sus tapones para los oídos, utilizados por los soldados que combatieron en Afganistán e Irak, eran demasiado cortos y que no sellaban adecuadamente el oído interno, a raíz de un problema de diseño. También se acusó a la empresa de no advertir a las autoridades y usuarios de estos problemas, en un claro intento por ocultar los desperfectos de sus productos.
31 de agosto de 2023