El máximo Tribunal tuvo por acreditada la inocencia del recurrente, quien fue condenado por presuntos delitos contra la seguridad interior del Estado, luego de obtener su confesión mediante la tortura efectuada por personal militar.

El fallo dictado en 1974, condenó a tres particulares por delitos contra la seguridad interior del Estado, no obstante, las confesiones de los hechos que sirvieron de sustento a la decisión, fueron obtenidas luego de extensas jornadas de tortura a las que fueron sometidos los actores.

El máximo Tribunal decretó la absolución de los recurrentes, cuya condena se dictó con declaraciones inculpatorias obtenidas bajo tortura.

El máximo Tribunal absolvió a recurrentes tras establecer su completa inocencia

El máximo Tribunal estableció la inocencia de los 4 condenados, ya que sus condenas fueron obtenidas bajo tortura y haciendo firmar documentos en blanco.