La Administración del Estado ha generado un cuestionable espectro de trabajo precario que termina incidiendo negativamente en el logro de sus objetivos esenciales de servicio público.

El actor acreditó todos los indicios de subordinación y dependencia laboral.

El actor reclamó que la relación laboral existió desde el 2014 hasta el 2019.

El actor alegó que la remuneración se depositaba en la cuenta bancaria de su sobrino.

Es deber de los empleadores informar de forma expresa a los trabajadores el uso de cámaras de vigilancia.

El contrato de trabajo no tiene base real por lo que basta para acreditar la relación laboral.

La relación se ajustó a lo dispuesto en el artículo 11 del Estatuto Administrativo.

La acción fue intentada por una instructora de zumba que impartía clases en un gimnasio.

La actora no logró probar los hechos en que fundó sus pretensiones.

El sentenciador estimó que temporalidad pactada en cada uno de los contratos a plazo fijo celebrado entre las partes no estaba dada por la verdadera naturaleza la relación laboral.