Cabe la necesidad de dilucidar y reglamentar de manera específica quien va a ser el sujeto responsable en los supuestos daños ocasionados por la inteligencia artificial, ante la imprevisibilidad del comportamiento de los sistemas dotados de autonomía tecnológica y que presentan un aprendizaje automático o aquellos que toman decisiones en base a estructuras de redes neuronales artificiales.
30 de diciembre de 2024