El Holocausto fue la persecución y el asesinato sistemático, burocráticamente organizado y auspiciado por el estado de seis millones de judíos por parte del régimen nazi y sus colaboradores. Holocausto es una palabra de origen griego que significa “sacrificio por fuego”. Los nazis, que ascendieron al poder en Alemania en enero de 1933, creían que los alemanes eran una “raza superior”, que los judíos eran “inferiores” y que representaban una amenaza para la denominada comunidad racial alemana.
Durante la era del Holocausto, las autoridades alemanas también persiguieron a otros grupos debido a su percibida “inferioridad racial”, como los romaníes (gitanos), las personas con discapacidades y algunos de los pueblos eslavos (como los polacos, los rusos y otros). Otros grupos fueron perseguidos por motivos políticos, ideológicos y conductuales, entre ellos los comunistas, los socialistas, los testigos de Jehová y los homosexuales.
Desde los primeros años del régimen nazi, las autoridades alemanas persiguieron a homosexuales y a otras personas cuya conducta no se ajustaba a las normas sociales prescritas. Los oficiales de la policía alemana persiguieron a miles de oponentes políticos (incluidos comunistas, socialistas y líderes sindicales), así como a disidentes religiosos (como los testigos de Jehová). Muchas de estas personas murieron a consecuencia de la encarcelación y el maltrato.