Humor
Tartamudos.
En el despacho:
– ¿Caballero, cómo se llama usted?
– Me llamo Fr-Fra-Francisco Ga-Ga-García Fe-Fer-nández.
– Vaya, es usted tartamudo…
– ¡Para nada!. Mi padre era tartamudo y el que me inscribió en el Registro Civil, un payaso.